lunes, 1 de octubre de 2012

4ta Crónica


Por el brillo de la belleza

 
Siempre he admirado a las mujeres que siendo madres son también  trabajadoras; aquellas que no les da pena salir a la calle a buscar, con cualquier ocupación, algo de dinero para ayudarle a sus esposos con los gastos del hogar o, mejor aún, aquellas que no cuentan con el apoyo de nadie y trabajan para sostener a sus hijos. Si bien, creo que no es fácil tener que subirse a los buses a ofrecer determinado producto como medio  de trabajo, tampoco debe ser muy cómodo laborar en un espacio como la calle, en el caso de las vendedoras ambulantes; asimismo trabajar como empleada de servicio no considero que sea tarea sencilla. Pero en fin, sea cual sea la labor las mujeres son la prueba más exacta de lucha, independencia y fuerza en un mundo donde las oportunidades son para pocas.

Hoy en día, estas mujeres con o sin ninguna carrera profesional tienen el ideal de ser independientes, de mostrarles a la sociedad que su sensibilidad es sinónimo de fuerza  y su “debilidad”  se traduce a valentía por guerrear la vida. De igual forma, son conscientes de la capacidad que poseen para obtener lo que quieren sin necesidad de depender de un hombre, y en consecuencia su fortaleza y esfuerzo las llevan  a no caer en la humillación de un pensamiento machista.


Es muy habitual encontrarse mujeres con malos, buenos o excelentes trabajos, sin embargo todas ellas laboran por una mejor vida, no solo para sí mismas sino para su familia. Yo tengo un ejemplo muy cercano; ella se llama Sonia y en sus 41 años de edad, 12 de ellos los ha dedicado a mejorar el aspecto personal de otras personas y 22 a ser ama de casa. En otras palabras, la profesión de ella está relacionada con la belleza, con el estilo y con la apariencia de la gente, en especial de las mujeres. Sonia es estilista o como muchos llaman “peluquera”, ella no tuvo la fortuna de terminar el último año de su bachillerato ni mucho menos de ingresar a una universidad o una institución que le permitiera ser una profesional.

Se casó en 1990 y sus primeros años de matrimonio no fueron tan fáciles, pues su manera de ser emancipada no le permitió acostumbrase a depender de su esposo; del mismo modo, no se acomodaba a la idea de “estarse sentada en  casa” esperando a que le llegaran las cosas. Así que inclinada por aprender a cortar cabello, hacer peinados, a maquillar e iluminar los rostros, a cambiar el color de las cabelleras y mejorar la apariencia de los pies y las manos; inicia sus cursos en el año 2000 en la Caja de Compensación Familiar Comfenalco, su primer reto era realizar los tres niveles de belleza general, y en el 2001 ya lo había logrado. A medida que aprendía, también iba practicando sus habilidades con  las personas más allegadas hasta ir adquiriendo clientela.

A comienzos del 2002, la gente ya solicitaba de sus servicios, entonces  la llamaban y  buscaban generalmente para cortes de cabello; Doña Sonia, como le dicen, se entusiasmó y se preocupó por seguir aprendiendo. Después de los tres niveles de belleza, decidió especializarse en cada parte del cuerpo  referidos en esta profesión. Yo soy testigo del esfuerzo  de ella por conseguir sus implementos de trabajo que son productos y aparatos de prestigiosa calidad.  Cabe decir, que al principio su esposo no estuvo de acuerdo pues el pensamiento machista de que “solo el hombre trabaja” le dificultaba aceptar que su esposa laborara y  temía al descuido de sus dos hijas, pero con el tiempo Joaquín, el esposo, se dio cuenta que los nuevos ingresos ayudaban notablemente para el bienestar de todos.

 

Poquito a poco, Sonia fue construyendo su sala de belleza y también su popularidad en el barrio, se destaca sobre todo por la paciencia al peinar a las niñas  inquietas, por el cuidado que tiene con las personas a la hora de tratar el cabello, los pies, las manos y el rostro,  y desde luego por la limpieza de sus implementos, esencial en un sitio como estos.

 Una de las cosas que más le agrada trabajar es el cabello: cortarlo, peinarlo y tinturarlo, no solo por las buenas ganancias que trae este sino porque piensa que lo que más identifica  físicamente a una mujer es su cabellera, por lo tanto hacer parte del cuidado de esta representa, de alguna manera,  la confianza de su clienta hacia ella. Por otro lado, hacer “pedicure” y “manicure” es lo que menos prefiere, ya que en esto se gasta  más tiempo; y aún más cuando es una persona de mayor edad dado que el cuidado y la delicadeza deben ser mejor.

Cabe destacar, que el maquillaje artístico  es otro los trabajos que ama realizar, aunque este no es tan frecuente, solamente en el mes de octubre.  También siempre la ha motivado  trabajar  para las fechas más importantes de sus clientas: quince años,  matrimonios, primeras comuniones, grados…

Son sus manos la herramienta primordial de su trabajo, por ellas han pasado otras manos y pies deteriorados por los esfuerzos, por el estrés, por el afán, por la fatiga…normal en mujeres guerreras que batallan día a día por una digna vida. Tal vez,  la manera de trabajar y de ocuparse de la belleza hace de ella una persona de confianza porque no solo las personas le confían su cuerpo sino también sus secretos y sus problemas; es así que de estilista pasa, también, a ser amiga y consejera  de sus clientas.

Ahora, como todo negocio, esta estilista espera con ansiedad y disposición ciertas temporadas como las navideñas, el mes de las madres y entre otras fechas en el cual, como dice ella “el movimiento de trabajo es bueno”. Sin duda, hay días donde los compromisos son pocos o más bien nada, sin embargo aprovecha esto para atender su casa y a su familia puesto que el salón hace parte de la vivienda, y así está pendiente de ambas cosas sin descuidar alguna.

Sonia siempre ha sido responsable  y organizada con lo que hace, por eso la mayoría de su clientela sabe que para adquirir de sus servicios deben primero apartar turno o fijar una hora donde ambas estén disponibles, porque no siempre mi madre tiene el tiempo adecuado. Sí, es mi madre y antes de cualquier compromiso con su trabajo, ella cumple con sus ocupaciones de la casa sobre todo con su rol de madre. Es así que en ocasiones ha dejado de atender su negocio por realizar las tareas del hogar (preparar los alimentos, limpiar la vivienda, lavar, planchar…).

Son 12 años trabajando en esto, esmerándose por mostrarles a sus clientas que la belleza no es solo de algunas sino de todas; sea cual sea la edad no hay mujer fea sino bellezas opacadas y mi madre solo es un instrumento  para darles brillo.

Esta es la mujer que me dio la vida, una “verraca” que le gusta  lo que hace, su interés por mejorar la apariencia de los demás  es lo que la lleva a seguir estudiando y a estar actualizada con los nuevos estilos y novedades de su profesión. Ella siempre da gracias a Dios por poder hacer dos cosas que ama a la vez, ser estilista y ama de casa, dos oficios que indiscutiblemente son importantes y necesarios para el bienestar de toda su familia.

 

Por: Yesenia Jaimes Guerrero

 

sábado, 22 de septiembre de 2012

3ra crónica


 

El estudiante trabajador

 

Lina Isabel es la mejor amiga de mi hermana, las dos estudiaron toda la secundaria en el mismo colegio. Recuerdo que iba todos los domingos a mi casa hacer tareas o a ver películas con toda mi familia; así fue que la conocimos, porque sus visitas se hicieron frecuentes y la verdad no nos molestaba. Ella prácticamente vivía sola y de en casa en casa con algunos familiares, su mamá siempre ha vivido y trabajado en Pangotes, desde allá le manda dinero para sus estudios, los alimentos y demás necesidades.

A Lina siempre la he considerado una niña, como decimos en mi tierra, “berraca”; desde que estaba en el colegio esperaba los sábados con ansiedad para ir a trabajar atendiendo una tienda y así ayudarse económicamente: a las de seis de la mañana tenía que estar atendiendo hasta las nueve y media de la noche, era pesado porque como todo joven madrugar todos los días no es tan fácil y más un sábado donde se quiere dormir un poco más de lo normal.  También llevaba al colegio Choco Break y Bombombum para venderles a sus compañeras e incluso a sus maestros, sin importar que la amonestaran por esta falta. Las vacaciones no eran sinónimo de descanso sino de trabajo y  de buscar la manera de conseguir dinero, entonces a veces era mesera de un restaurante, de aquellos que no son tan reconocidos, otras veces seguía de tendera y cuando no conseguía nada más, recurría a vender sim cards de Movistar.

Haber terminado sus estudios de secundaria fue para ella haberse liberado de un gran peso, porque a pesar de tener claro que para ser alguien en la vida la única solución es el estudio, sabía que este le impedía un poco trabajar no solo para ella sino también para ayudar a su madre que se encuentra lejos. En este primer semestre del 2012, se dedicó plenamente  a trabajar y a pensar qué iba a estudiar.

Hace aproximadamente un mes, inició su carrera de derecho en jornada nocturna para en el día laborar en un restaurante del centro comercial la Florida. Entonces desde hace unas semanas se levanta a las cinco de la mañana a asear la pieza donde vive, hacer el almuerzo y a realizar los deberes de la universidad; para después cumplir  con el turno de doce del mediodía a cinco de la tarde. Durante las tardes de trabajo, Lina se dedica a atender los clientes del restaurante: les pasa la carta, les toma el pedido y les sirve los alimentos siempre con una cara amable y una sonrisa, názcale o no. A pesar de que ella no es de las personas que se vive quejando  por lo que tienen y por lo que hacen, sé que ahora es más difícil, sus ojeras y delgadez son una prueba de ello.

Ya no nos visita tan seguido, a pesar de que todos los domingos mi papá y mi mamá la invitan a almorzar, quizás porque el cansancio de la semana se lo impide, es lo más probable, y prefiere quedarse durmiendo en donde vive. Mis padres siempre han estado muy pendientes de Lina, la considera como una hija más, y es tanto el cariño que ella los llama “papás” y hasta a mi me dice “hermana”. Cuando hablamos noto su cansancio, pero también su fuerza y las ganas de salir adelante, de ser abogada y de hacerle la vida más fácil a su madre que es igual de trabajadora y juiciosa a ella. Más allá de su complicada  rutina, lo que más le cuesta es vivir alejada la mujer que le dio la vida y de su hermanito menor.

Aunque estudiar y trabajar requiere de esfuerzo y mucha dedicación, Lina se siente a gusto con todas las cosas que hace y nunca desiste de sus metas y de todo lo que se propone. El trabajo para ella es indispensable y esto la ha hecho una persona madura e independiente a sus 17 años, por lo tanto no soporta tener que pedirle dinero a su familia y evita preocupar a su mamá con sus carencias y problemas que se le presentan día a día. Su trabajo y estudio no le quita el espíritu alegre y rumbero que la identifica, de manera que en los espacios libres que le quedan los ocupa en el cine, en barricada (sitio de música rock)  y visitando mí casa.

Los estudiantes como ella, aquellos que trabajan para pagarse su misma educación e incluso su alimentación, son la muestra del esfuerzo y responsabilidad con ellos mismos; estas personas son aquellas a las cuales nada les queda grande, luchadoras e incasables que se forman no solo como expertos de alguna disciplina sino como profesionales de la vida.

 
Por: Yesenia Jaimes Guerrero

 

 

 

domingo, 17 de junio de 2012

2da crónica


Confesiones de una mucama

La primera vez que escuché la palabra mucama fue en una canción de Fanny Lu, decía algo así como: a esta mujer que se pasa tendiendo la cama, una mucama me llaman… la verdad no sabía que era esto de mucama, pero tenía la idea de que era algo así como una persona dedicada al servicio, y no estaba tan mal. Un día llegó una vieja amiga de mi madre  a hacernos la visita y entre historias que van y vienen, Elena nos contó que ahora trabajaba y que era mucama de un motel ubicado a las afueras de la ciudad. La propietaria del motel era una cuñada de ella y no sólo la había empleado a ella sino también a dos sobrinos, ya mayores de edad, aclaró; nos contaba aquella tarde del mes de diciembre que jamás había imaginado que un oficio como estos fuera tan difícil y no tanto por la esfuerzo físico sino por las situaciones que día a día se viven en un sitio como estos.

Nos contaba: yo me levanto a las 5 de la mañana, cuando el turno lo tengo de día, para llegar a las 7:30 am al trabajo, a veces llego con alguno de mis sobrinos otras veces sola.  Yo llegué con la idea de que este lugar era para parejas, pero se me había olvidado que estamos en pleno siglo XXI y que pareja no es sólo mujer y hombre, sino como diría la reina hombre con hombre, mujer con mujer, del mismo modo…Bueno, mi oficio es arreglar las habitaciones, poner todo en orden, a veces me toca adecuarlas dependiendo de lo que pida el cliente: flores, pétalos, trago, películas porno, en fin lo que se le ocurra al cliente. Después quitar las sábanas, recoger la basura, condones usados que los dejan en el piso  y  algunas personas dejan juguetes sexuales o cosas de esas. 

Lo que antes me parecía asombroso, ahora ya es normal: Casi todos los días viene un señor de aproximadamente unos 60 años, ya un abuelo,  y con él una niña  distinta cada día, son niñas porque llegan con el uniforme, a mi al comienzo se me bajaba todo yo pensaba en mis hijas, dice Elena, lo raro era que no se demoraba nada en la habitación  por mucho diez minutos y con las mismas salía como si nada. También es muy usual ver parejas de hombres, casi siempre uno joven con uno más  veterano o tríos…


Yo después de que termino las labores de las habitaciones, por ahí a las 11 de la mañana, me ubico en la recepción  que me va mejor porque hay personas que llegan solas y yo les ofrezco un catálogo de mujeres y hombres de todos los precios, a veces me preguntan qué cuál aconsejo, y la verdad es que por cada cliente que le consigo a unas de las personas que se encuentran en estas revistas me dan una remuneración, pues son prepagos y viven de eso. 

De los tantos que casos que me comentó Elena, estaba el de una pareja en el que casi siempre el hombre golpea e insulta a su acompañante: es como si se vieran no sólo para tener sexo sino también para practicar algo de boxeo, decía Elena; yo me llenaba de nervios y pensaba que en cualquier momento alguna tragedia inesperada sucedería. Un día intente preguntar qué pasaba, pero mi jefe, mi cuñada, no me dejó;  cuando esta pareja salía todo era distinto, normal felices y contentos. Otra de las cosas más duras al comienzo de este oficio fue soportar los insultos de la gente que pasan en cualquier tipo de vehículo ya que el motel queda por una de las carreteras más importantes para salir de la ciudad, pues cuando salgo de mi trabajo a veces con alguno de mi sobrinos otras veces con los dos, la gente me grita: perra, loba, zorra, salta cunas, prostituta y cualquier insulto…Pero sólo Dios sabe lo que hago y ya cosas como estás no me afectan en nada.

La verdad para un trabajo como el de Elena se necesita tener coraje, personalmente yo no aguantaría tanto sobre todo con la labor principal, tender camas  donde queden extremadamente templadas las sábanas. Gracias a Elena y su visita pude pensar que un oficio como estos no es tan fácil y que va más allá de organizar una habitación.

1ra crónica


Un monótono fin de semana


Abro los ojos y me detengo a pensar en el sueño que había tenido unas horas atrás; sí, recuerdo que estaba en un almacén preocupada porque  había desocupado la tarjeta de crédito de mi papá y que las cosas que había comprado eran innecesarias e iban en contra de mis gustos, en fin me alivia saber que solamente fue un sueño y que no va haber problema por dejar en cero la dicha tarjeta. Miro el reloj son las 9:45 am, como siempre escuchó la voz de mi madre regañando a Milú, la mascota más traviesa de la casa, pero antes de levantarme pienso en las cosas que tengo que hacer entre esas las labores de la casa, las tareas de la universidad y  por qué no algo en que distraerme como todo los sábados. Las 10 de la mañana y mi “buenos días bebé” para cualquiera de mis mascotas que se pelean por saludarme y tal vez decirme lo mismo a través de sus saltos, ladridos y pellizcos, antes de saludar a mi mamá prendó el equipo de sonido y busco una emisora donde de 10 a 12 ponen los clásicos de las salsa, mientras paso la radio suena un vallenato  y  desde la cocina mi madre exclama  “déjela ahí”, pero como siempre lo he dicho ¡qué pena, pero salsa mata vallenato!, y consigo encontrarme con esto que dice: “Gan gan y Gan gon siempre están contentos, siempre están contestos Gan gan y Gan gon”, claro, la canción de los gemelos de Richie Ray y me espero al coro para cantarlo porque es el único pedazo que me sé.

Me dirijo a la cocina a preparar mi desayuno y me antojo de un vaso con milo y una salchicha con pan como sé que mis perros me van pedir aumento la cantidad de pan  para compartir con ellos, mientras me alimento mi mamá me habla de sus cosas y me quita un poco de lo que estoy comiendo, en la estación de radio, el locutor dice que son las 11:00 am y que viene una canción de Héctor Lavoe, esto me ánima a pararme, llevar el plato y el vaso a la cocina y lavarlos. Ya con poca pereza, me acuerdo que no me he mirado en el espejo y que como todos los días me da curiosidad por mirar mi rostro y mi cabello, sí, digo estando frente al espejo, sólo un poco pálida pero normal, es decir bonita como siempre y la del espejo sólo se ríe. Ahora, en la sala comienzo a bailar  con mi pequeña de 12 años, Chiqui la pinscher, mi hermana recién levantada sólo me mira y se dirige al baño…pienso que ya he perdido mucho tiempo, entonces mi mamá me recuerda que tengo que lavar el baño  y me toca porque la última vez le tocó a mi hermana. Sin problema lo lavo y después dedico tiempo a organizar mi habitación. Paseando por la casa y poniendo algunas cosas en su sitio  me doy cuenta que hay polvo en la mesa central y los muebles, esto me impacienta, peleo con mi hermana y mi mamá que se excusan diciendo que han estado ocupadas para finalmente terminar limpiando yo.

Ya es medio día, apago la radio y prendo el televisor, mientras dan las noticias me arreglo las uñas y le cuento a mi mamá algunos chismecitos, aunque el almuerzo ya está hecho no tengo hambre , mientras tanto me quedo perdiendo el tiempo con el televisor, hasta que echo un vistazo a la hora  y veo que son ya casi las 2:00 pm , entonces me baño  y almuerzo y prendo el computador para buscar sobre Musset, un poeta francés, pero antes de esto reviso el facebook, el twitter y miro quién se encuentra conectado por messenger; como no hay nada interesante, comienzo a las 2:33 pm hacer los deberes académicos.

Leo información sobre el poeta mencionado y tomo apuntes para una presentación que tengo que realizar en francés, en la búsqueda me encuentro con  frases de Musset que me llaman la atención  como “Vivir es dormir, y el amor es el sueño; si habéis amado, habéis vivido” y como “un pueblo desgraciado hace los grandes artistas”, al terminar de hacer la consulta, busco una de las crónicas de Soho y  la leo para tener idea de cómo se realiza un texto como estos. Ya casi a las 5:00  de la tarde y entre mi bolso encuentro las copias sobre “oralidad y escritura, leyendo la segunda página me llama al teléfono una de mis mejores amigas, tanto ella como yo sabemos que nuestras conversaciones quitan tiempo, pero igual no importa es sábado y falta el domingo, además es una llamada oportuna porque me estaba durmiendo con la lectura.

A las 6:30 pm continúo con la lectura y termino el primer capítulo, no quiero seguir con el segundo porque también me está esperando Vargas Llosa con “Elogio a la lectura y la ficción” y “La civilización del espectáculo”, entonces de nuevo al internet a leer estos textos.  Después la comida, la verdad no quiero comer, no quiero hacer nada, estoy aburrida y ver televisión me deprime porque no hay nada bueno, de igual forma me duele perder tiempo y pienso en el comienzo de esta crónica… Así concluyo mi sábado, tedioso sábado porque la verdad lo mejor de los sábados es levantarse tarde y aprovechar la apatía para hacerla productiva, ya es tarde abro mi messenger y no sé si  hablarle a un amigo que ya no es tan amigo, pero lo pienso, lo pienso  y los pienso, él se va y vuelve y yo sé que él espera leer mis palabras, leer mi saludo.

Ya es domingo, la luz  cae sobre mi cara y  sólo se escucha los pasos de los perros jugando en el patio, al parecer es temprano y  todos están dormidos menos mi papá que madrugó a trabajar. Sin tanta pereza  me levanto y saludo a mis mascotas, antes de entrar al baño enciendo la radio. No me pienso quitar la pijama, casi nunca lo hago en día como estos,  es una prenda cómoda para cualquier cosa: hacer aseo, estudiar, ver televisión, comer; tampoco me pienso peinar y mucho menos maquillar de todas maneras no creo salir de mi casa. Me gusta los domingos más que los sábados, siempre está lleno de música, fútbol y películas; así que hoy no me podía perder el último concierto que grabó Juanes con MTV, un poco del partido amistoso de Francia con Islandia y la película aplazada porque como siempre tenía que estudiar.

Estudio porque me toca, pero en el fondo me gusta hacerlo, así que cuando termino dedico mi tiempo a ver videos musicales con mi papá y mi hermana: algo de Aerosmith, Guns anda roses, Bon Jovi y con ellos los comentarios que nunca faltan acerca de los guitarristas, la moda y sus canciones. Mi domingo termina escribiendo esta crónica son las 6:10 pm y las horas siguientes se las dedicare a algunas lecturas pendientes, a bañarme, me imagino que después algo de internet hasta finalmente poner la alarma e ir a dormir. Ahora pienso en el título y me acuerdo del profesor Wilson ¿cómo sabía que era un tedioso fin  de semana?, quizás sea brujo o simplemente el poder de las palabras porque realmente no todos los sábados y domingos son así de apáticos.

martes, 20 de marzo de 2012

Experiencia del juego


La verdad es que soy una persona de buenas ideas y siempre me ha gustado dirigir u orientar para que las cosas queden como me las imagino, pero es mi impaciencia la que a veces hace que las cosas no me salgan y me llevan a perder el gusto por ellas. Recuerdo que en el colegio la clase de arte o tecnología me parecía aburrida, por eso siempre supe que para las manualidades, poco.  Desde luego, siempre me esmeraba por presentar mis trabajos que por lo general  eran buenos, y no porque yo los hubiera hecho sola, no; sino porque siempre contaba con la ayuda de mis padres y hacia que mis tareas de inventos  fueran para los tres.

Por eso, para hacer este tren en la primera persona que pensé fue en mi papá porque es un hombre recursivo y me muestra que cosas como estas son muy sencillas para realizar. Los materiales que se utilizaron fueron desechados, los vagones son cajitas de plástico donde venían unas herramientas para máquinas de trabajo industrial, las llantas son de acetal y mi padre les dio forma en su torno (máquina industrial), los ejes que une las llantas las encontré en la herramienta de la casa, pegante instantáneo, una lima y  soldadura de un octavo.
Al tener lo materiales  ya sólo quedaba armarlo, así de sencillo. Entonces, junto a una taza de café, que no falta los domingos en la tarde, empezamos abrirle los orificios a los vagones con el taladro para inserta los ejes de las llantas, luego corté los vagones, casi de la misma medida, después se le pusieron las llantas a estos, con otro pedazo de cajita armé la parte principal del tren, la lima sirvió como eje para unir los vagones y la soldadura de un octavo para asegurar la unión de estos,  pegué las ventanas , algunas estructuras como la lima y la cabina principal.


Finalmente, la creación del tren me llevó a recordar mis tareas de la escuela que a pesar de que no me gustan este tipo de trabajos siempre me llevaban a compartir momentos agradables con mi familia y afirmar que siempre cuento con ellos por más experiencia académica que tenga. Cabe decir que el costo total del juguete fue por $1000 (el pegante), pero lo que no tiene precio, sin duda, es la paciencia, el amor y la ayuda incondicional de mis padres.









 






jueves, 15 de marzo de 2012

Sintaxis de la imagen. Donis A. Dondis


Equilibrio


Equilibrio simétrico



Equilibrio asimétrico


Regularidad



Simplicidad

Unidad


Fragmentación



Economía


Economía (profusión)


Retinencia




Exageración





Predictibilidad





Espontaneada




Actividad






Pasividad


Sutileza



Audacia



Neutralidad y acento


Transparencia

Coherencia (opacidad)



Realismo





Singularidad






Secuencialidad




Yuxtaposición




Agudeza




Continuidad




Difusividad





Episodicidad














sábado, 10 de marzo de 2012

La bella durmiente del avión




Siempre he creído que no hay nada más hermoso en la naturaleza que una mujer hermosa [...]
                                            Gabriel García Márquez

domingo, 26 de febrero de 2012

El lector

También la lluvia

También la lluvia es una película  estrenada en el 2010 bajo la dirección de Icíar Bollaín, en ella se cuenta el momento conflictivo que surge a partir de la privatización y venta del agua perteneciente a los habitantes de la ciudad de Cochamba en Bolivia; lugar donde también es escenario para la filmación de una película sobre Cristóbal Colón en la cual su director Sebastián  pretende mostrar el personaje como un hombre ambicioso que se dedica a la búsqueda de oro, al tráfico de esclavos y a la explotación de los indígenas. Costa, amigo de Sebastián, se encarga de ajustar la película al presupuesto del que disponen, por eso Bolivia es el país escogido dado a que es uno de los estados más económicos  y con mayor población indígena. Muchos de los indígenas son contratados para actuar en el filme, pero esta avanza con dificultad dado a que la mayoría de ellos, en especial Daniel, hacen parte de la lucha para que no les quiten el agua que para ellos es la vida. Finalmente, la película no es terminada porque los personajes principales (los indígenas) se unen a la manifestación para la defensa de su tesoro, el agua.

Es sencillo notar cómo la película nos muestra el paralelo del pasado con el presente, a pesar del tiempo, quinientos años después del descubrimiento de América, el poder de los más astutos pretenden apoderarse de los más frágiles y quitarles sus propiedades, esta situación vuelve en la famosa Guerra Boliviana del Agua (ocurrida en abril del año 2000) donde los palos y piedras se enfrentan de nuevo a la fuerza de un ejército moderno por la lucha del agua. La película es una mezcla de la historia, el presente, ficción y realidad en la cual se percibe la el pensamiento del Estado, de los indígenas y de los hombre ajenos a la importancia de las riquezas de la tierra.  

jueves, 16 de febrero de 2012

Preguntas sobre la película Micmacs

Preguntas sobre la película Micmacs

- Nivel literal:
1. ¿Con qué escena comienza la película?
2. ¿Qué decide el cirujano con respecto a la bala que tiene Bazil en la cabeza?
3. ¿Qué consecuencia le deja a Bazil el impacto de la bala perdida?
4. ¿Cuáles son las acciones que lo llevan a la venganza?
5. ¿De quién es la frase: "yo soy un alma sensible en un cuerpo flexible"?
6. ¿Cuáles son las pistas que llevan a Bazil hacia los fabricantes de armas?
7. ¿Quién gana la "guerra" entre los fabricantes de armas y la familia de Bazil?

- Nivel inferencial

1. ¿Qué edad aproximada tenía el protagonista cuando quedó huérfano?
2. ¿Por qué la nueva familia de Bazil lo acoge sin ningún problema?
3. ¿Sería posible que Bazil lograra su plan solo?
4. ¿Qué armas son usadas por la familia de Bazil para llevar a cabo el plan de venganza?
5. ¿Qué importancia tiene la escena donde se muestra distintas fotografías de niños y adultos victimas de las armas?
6. ¿Todas las desgracias del protagonista se enfocan en un sólo culpable?
7. ¿Qué posición tienen los fabricantes de armas frente a sus propio negocio?

-Nivel crítico

1.¿Según usted, cuál es el objetivo de la película? ¿Por qué?
2. ¿De qué manera puedo denominar la locura de la familia de Bazil? Explique.
3. ¿Es ejemplar o terrorista la venganza llevada por Bazil?
4. ¿Qué piensa de los fabricantes de armas?
5. ¿Se puede llevar a cabo una guerra sin armas?
6. ¿Podría decirse que la familia de Bzil es producto de una discriminación social?
7. ¿Cree que puede haber algún interés social en las empresas fabricantes de armas?

viernes, 13 de enero de 2012

¡Ni uno menos!

Comentario sobre la película "Los niños del cielo"


A veces me enfado con la vida porque no tengo el mejor celular del mercado, porque la blusa nueva que compré no me combina con los pocos  zapatos que tengo, porque quiero comprar el vestido hermoso de flores que vi en el mejor almacén del centro  comercial, porque quisiera ir a los mejores restaurantes de la ciudad, porque deseo estudiar en otras partes del mundo; en fin por muchas cosas que quisiera tener y hacer, pero que son difíciles dado a la situación económica. Y aunque tengo ropa y zapatos en buen estado y de buena calidad, quisiera tener una mejor variedad. ¿Pero quién no? Y sobre todo si somos mujeres, ya que la vanidad nace con nosotras. Además seamos sinceros, el mejor restaurante que puede haber es de la mamá.

“Los niños del paraíso”, así sea por un instante, nos permite darnos cuenta de lo poco que a veces comprendemos y toleramos a nuestros padres, de las “pataletas” que algunos de nosotros les hacemos cuando queremos algo, así mismo de la dignidad y sacrificio que debemos asumir frente a este tipo de problemas . Lo que más me impactó fue la actitud de los niños ante  su dificultad socio-económica y la capacidad de apoyo y comprensión con su familia. Hay que destacar la madurez con la que Ali asume la perdida de los zapatos de su hermana, siendo este el inconveniente en el  desarrollo de la película. Considero que Mayid Mayidí no se equivocó en llevar este problema social al séptimo arte, ya quizás con nuevas producciones las sociedades pueden ser más consideradas con las personas que viven en la pobreza.